En esta tercera edición de El Museo Reimaginado, los debates girarán en torno a la convivencia como horizonte y como responsabilidad. ¿Cómo puede el museo desarrollar capacidades que contribuyan a vivir en una sociedad mejor? ¿En qué medida la escala de la organización determina la escala de los temas de los que puede hablar? ¿Al ampliar el radar de nuestras colaboraciones se amplifica nuestro espectro de incidencia? ¿Cómo fomentamos la construcción de capacidades en los equipos?
En esta tercera edición de El Museo Reimaginado, los debates girarán en torno a la convivencia como horizonte y como responsabilidad. Más allá de su especificidad temática, los museos tienen la posibilidad de hacerse eco de los problemas de los contextos en los que están inmersos y enfocarse en fomentar valores positivos para la convivencia. Si los museos eligen ser más explícitos y conscientes de su comportamiento institucional -interno y externo- podrían influir a la sociedad hacia nuevas formas de convivencia que sean más acogedoras, inclusivas, pacíficas y respetuosas. ¿Cómo aprenden los museos a diagnosticar e interpretar problemas sociales de fondo y diseñar un comportamiento institucional que los aborde?
Si la multiculturalidad se basa en aceptar las diferencias, la interculturalidad pone el foco en que cuando esas diferencias empiezan a entrar en vinculación, no solo se producen mezclas. Lo que resulta es más que la suma de las partes. Vivir entre distintas culturas también provoca malentendidos. Convivir aceptando esas diferencias requiere entonces de establecer relaciones de negociación, asumir conflicto y préstamo recíproco que resulta en nuevas producciones híbridas. ¿Qué significa esto en un escenario tan diverso como el mexicano o de otros países de América Latina? ¿Cuáles son los valores civiles que las instituciones culturales pueden promover para una mejor convivencia social?
Oaxaca es el estado más biodiverso de México, con una gran diversidad de lenguas indígenas, prácticas y tradiciones, músicas, cosmovisiones, artes populares y saberes que son el verdadero patrimonio vivo de la región. Una gran riqueza cultural que trae aparejados conflictos explícitos e implícitos dados por esa vinculación.
El museo puede contribuir a una mejor convivencia social al trabajar con los sujetos pero también trabajando con los imaginarios sociales, estereotipos, sentidos comunes, e imaginarios hegemónicos que producen vínculos sociales negativos. Inspirado en Oaxaca, el programa de esta edición de El Museo Reimaginado se enfocará en los desafíos y responsabilidades de la convivencia entre personas de diverso origen social, político y cultural, sin dejar de lado la convivencia con el ambiente.
El programa de El Museo Reimaginado se diseña alrededor de destacados casos de estudio de transformaciones institucionales y espacios de práctica para conocer, iniciar y gestionar el cambio. Habrá momentos para escuchar e inspirarse, espacios para debatir y explorar herramientas con otros, pero también para reflexionar individualmente o bucear de manera profunda en una conversación inesperada o en una herramienta específica.
Los formatos variados y provocadores del encuentro lo vuelven diferente de un congreso académico y más radical que un seminario técnico, y giran su sentido hacia un foro dinámico que alcanza una altísima emotividad. Entre los diversos formatos encontramos: conferencias, conversaciones, mesas de diálogo, talleres prácticos, tours y charlas con equipos, concursos de proyectos y almuerzos temáticos.